El campo sumergido en la pobreza

Pablo José Iturralde -CDES 

El sector rural no logra mejorar sus indicadores de pobreza desde hace más de cuatro años. Las cifras oficiales muestran que cuando los mercados internacionales de materias primas declinan, también aumentan sus indicadores pobreza y extrema pobreza.

En 2015 (diciembre) la pobreza extrema se incrementó por primera vez después de más de una década, aumentando alrededor de 4 puntos en relación a 2014 (diciembre). Desde entonces el campo no ha mostrado evidencias de recuperación.

Para el mes de diciembre del 2014 la pobreza extrema alcanzó al 14.3% de la población rural, 17% en 2015, 17.6% en 2016 y 17.9% en 2017.

En cambio, en 2014 el 35.3% de la población rural era pobre, 39.3% en 2015, 38.2% en 2016 y 39.3% en 2017. De nuevo observamos que en el 2015 la pobreza despunto con una elevación de 4 puntos.

Fuente: INEC (aquí)

Hay que aclarar que, en diciembre de 2017, las variaciones anuales de pobreza rural no fueron estadísticamente significativas. Lo que quiere decir que en el último año no se dieron variaciones importantes en los indicadores de pobreza rural medidos por esta estadística de ingresos.

Por lo tanto, cae en un error la noticia publicada por diario El Comercio, donde se titula que el último año la Pobreza rural en Ecuador crece por primera vez en 10 años y llega al 40%, lo que puede llevar a concluir otro equívoco: que los cambios de política pública que se requieren son de tipo coyuntural o contra cíclico.

Al contrario, la depresión por pobreza que sufre el campo, requiere de transformaciones estructurales orientadas a combatir la dependencia de los mercados internacionales, al mismo tiempo que es fundamental sostener y fortalecer los programas estatales de asistencia social y productiva en los territorios rurales.

No se puede controlar los precios del cacao, las flores o el banano. Pero si podemos tomar medidas para eliminar los intermediarios que reducen el precio de los productores, generar condiciones justas para el trabajo rural y democratizar el crédito y los activos productivos.

Estos son temas claves para combatir la pobreza, pero lamentablemente el debate que parece predominar en los medios de comunicación y las cámaras empresariales, empujan las propuestas en un sentido contrario: disminuir la inversión pública, flexibilizar el trabajo y eliminar aranceles comerciales a importaciones de alimentos,  con seguridad todas esas medidas abonarán al crecimiento de la pobreza en el campo.

Fuente: CDES

Contactos: piturralde@cdes.org.ec . CDES realiza un seguimiento permanente de Justicia Económica con el apoyo de la Coalición Flamenca para la Cooperación Norte-Sur 11.11.11.